Emociones en Pinceladas: cómo “La Ninfa del Río Luo” transforma nuestro cerebro
- Dra. Beatriz Pizarro de Zulliger
- 4 mar
- 4 Min. de lectura
En el vasto lienzo de la historia del arte chino, Gu Kaizhi (345-411 d.C.) es
considerado el creador de la pintura tradicional, cuyo legado ha perdurado a
través de los siglos. Pintor, poeta y calígrafo, escribió tres libros sobre teoría de la
pintura que marcaron profundamente la pintura china. En cuanto a sus obras
pictóricas, sobreviven tres, que han llegado a nosotros gracias a copias: “Las
Mujeres Sabias y Benevolentes”, “Admoniciones de las Institutrices del Palacio de
las Damas” y la “Ninfa del Río Luo”.
Esta última destaca como una joya de incomparable belleza y profundidad
emocional que narra una historia que trasciende su época, resonando con temas
universales que aún hoy conmueven el corazón humano.
Así lo narra CGTN: “La historia cuenta que en el año 222, Cao Zhi regresó a su
feudo desde la capital Luoyang. Al anochecer, el agotado viajero llegó al río Luo, y
los cocheros y caballos se tomaron un breve descanso. En ese momento, sopló
una brisa y una hermosa mujer apareció ante todos. Entre las olas brumosas, ese
destello, tan fresco como el sol naciente, atravesó instantáneamente el corazón
del viajero.
¿Qué tan bella era?
Él la describió así: “Su cuerpo se eleva levemente como un cisne asustado; tan
ágil como un dragón en vuelo. Su esplendor brilla más que el crisantemo otoñal y
su hermosura es más cautivadora que el pino en primavera. Tan tenue como la
luna envuelta en nubes ligeras, como la nieve arremolinada por el viento, como el
sol saltando entre las nubes rosadas del alba”.
El viajero expresó sus sentimientos a través de las aguas del río Luo, con un
colgante de jade como señal de invitación. Miraba hacia las aguas que fluían junto
con sus aspiraciones hacia la lejanía. Pero el destino es exactamente como las
corrientes ocultas, cuya temporalidad lleva inevitablemente a tiempos
difíciles. Aunque la promesa a la ninfa del río Luo estaba por escapar ya de su
boca, la brecha entre el ser humano y la divinidad hizo que el viajero dudara y
desconfiara.
Todas las divinidades suspiraban por ese encuentro que terminó antes de
comenzar. El dios del Viento contenía las brisas, la diosa del Agua atajaba las
olas, el dios del Río golpeaba el tambor sagrado y la diosa Nüwa cantaba con voz
clara y dulce. Pero la bella finalmente subió a su carruaje de nubes tirado por seis
dragones y se alejó. El viajero fue río arriba para buscarla pero no la encontró.
Derrotado, tuvo que embarcarse en su camino de regreso.”
El encuentro efímero entre Cao Zhi y una ninfa divina en el río Luo, encapsula un
mensaje profundo sobre la fugacidad de la belleza, el anhelo humano y la brecha
entre lo terrenal y lo divino.
Cao Zhi, el protagonista, experimenta un momento de asombro y admiración ante
la aparición de la ninfa, pero su intento por conectarse con ella se ve frustrado por
su propia duda. Desde la perspectiva de la neurociencia, este tipo de relatos
visuales y poéticos ofrece beneficios significativos para el cerebro humano,
fomentando la empatía, la reflexión y el desarrollo cognitivo , ayudando a los
individuos a comprender y gestionar sus propias emociones.
La observación de arte activa consistentemente regiones cerebrales asociadas
con la visión, el placer y las emociones.
Así, las historias que generan emociones intensas activan regiones cerebrales
clave, como la amígdala (responsable del procesamiento emocional) y la corteza
prefrontal (vinculada a la reflexión y la toma de decisiones) y crean una
experiencia multisensorial que facilita la conexión emocional con el espectador.
También tienen un impacto duradero en la memoria. El hipocampo, una región
cerebral clave para la formación de recuerdos, se activa de manera más intensa
cuando las narrativas están asociadas a emociones fuertes. Esto facilita el
aprendizaje y la retención de información.
Al sumergirnos en la experiencia de Cao Zhi, nuestras neuronas espejo se activan,
permitiéndonos "sentir" sus emociones como propias. Este proceso de
identificación emocional es fundamental para el desarrollo de habilidades
sociales y la construcción de relaciones interpersonales significativas.
Por otro lado, la descripción poética de la ninfa, con su belleza comparada a
elementos naturales como el sol, la luna y las nubes, estimula la imaginación del
espectador. La corteza visual y las áreas asociativas del cerebro trabajan en
conjunto para crear imágenes mentales vívidas, lo que no solo fortalece nuestra
capacidad creativa, sino que también mejora nuestra habilidad para resolver
problemas de manera innovadora.
La "Ninfa del Río Luo" de Gu Kaizhi trasciende su condición de obra de arte para
convertirse en un puente: entre el pasado y el presente, entre la emoción y la
razón, entre lo individual y lo universal. En cada pincelada, en cada verso
evocado, encontramos no solo la maestría de un artista legendario, sino también
un espejo en el que se reflejan nuestras propias búsquedas, anhelos y reflexiones
sobre la condición humana.
En última instancia, esta obra maestra nos recuerda que el arte, en su expresión
más elevada, no solo deleita nuestros sentidos, sino que también nutre nuestro
espíritu, desafía nuestro intelecto y expande nuestra capacidad de sentir y
comprender el mundo que nos rodea.

Prof. Lic. Beatriz Pizarro
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