top of page

Emociones en Pinceladas: cómo “La Ninfa del Río Luo” transforma nuestro cerebro

En el vasto lienzo de la historia del arte chino, Gu Kaizhi (345-411 d.C.) es

considerado el creador de la pintura tradicional, cuyo legado ha perdurado a

través de los siglos. Pintor, poeta y calígrafo, escribió tres libros sobre teoría de la

pintura que marcaron profundamente la pintura china. En cuanto a sus obras

pictóricas, sobreviven tres, que han llegado a nosotros gracias a copias: “Las

Mujeres Sabias y Benevolentes”, “Admoniciones de las Institutrices del Palacio de

las Damas” y la “Ninfa del Río Luo”.


Esta última destaca como una joya de incomparable belleza y profundidad

emocional que narra una historia que trasciende su época, resonando con temas

universales que aún hoy conmueven el corazón humano.


Así lo narra CGTN: “La historia cuenta que en el año 222, Cao Zhi regresó a su

feudo desde la capital Luoyang. Al anochecer, el agotado viajero llegó al río Luo, y

los cocheros y caballos se tomaron un breve descanso. En ese momento, sopló

una brisa y una hermosa mujer apareció ante todos. Entre las olas brumosas, ese

destello, tan fresco como el sol naciente, atravesó instantáneamente el corazón

del viajero.


¿Qué tan bella era?

Él la describió así: “Su cuerpo se eleva levemente como un cisne asustado; tan

ágil como un dragón en vuelo. Su esplendor brilla más que el crisantemo otoñal y

su hermosura es más cautivadora que el pino en primavera. Tan tenue como la

luna envuelta en nubes ligeras, como la nieve arremolinada por el viento, como el

sol saltando entre las nubes rosadas del alba”.


El viajero expresó sus sentimientos a través de las aguas del río Luo, con un

colgante de jade como señal de invitación. Miraba hacia las aguas que fluían junto

con sus aspiraciones hacia la lejanía. Pero el destino es exactamente como las

corrientes ocultas, cuya temporalidad lleva inevitablemente a tiempos

difíciles. Aunque la promesa a la ninfa del río Luo estaba por escapar ya de su

boca, la brecha entre el ser humano y la divinidad hizo que el viajero dudara y

desconfiara.


Todas las divinidades suspiraban por ese encuentro que terminó antes de

comenzar. El dios del Viento contenía las brisas, la diosa del Agua atajaba las

olas, el dios del Río golpeaba el tambor sagrado y la diosa Nüwa cantaba con voz

clara y dulce. Pero la bella finalmente subió a su carruaje de nubes tirado por seis

dragones y se alejó. El viajero fue río arriba para buscarla pero no la encontró.

Derrotado, tuvo que embarcarse en su camino de regreso.”


El encuentro efímero entre Cao Zhi y una ninfa divina en el río Luo, encapsula un

mensaje profundo sobre la fugacidad de la belleza, el anhelo humano y la brecha

entre lo terrenal y lo divino.


Cao Zhi, el protagonista, experimenta un momento de asombro y admiración ante

la aparición de la ninfa, pero su intento por conectarse con ella se ve frustrado por

su propia duda. Desde la perspectiva de la neurociencia, este tipo de relatos

visuales y poéticos ofrece beneficios significativos para el cerebro humano,

fomentando la empatía, la reflexión y el desarrollo cognitivo , ayudando a los

individuos a comprender y gestionar sus propias emociones.


La observación de arte activa consistentemente regiones cerebrales asociadas

con la visión, el placer y las emociones.


Así, las historias que generan emociones intensas activan regiones cerebrales

clave, como la amígdala (responsable del procesamiento emocional) y la corteza

prefrontal (vinculada a la reflexión y la toma de decisiones) y crean una

experiencia multisensorial que facilita la conexión emocional con el espectador.

También tienen un impacto duradero en la memoria. El hipocampo, una región

cerebral clave para la formación de recuerdos, se activa de manera más intensa

cuando las narrativas están asociadas a emociones fuertes. Esto facilita el

aprendizaje y la retención de información.


Al sumergirnos en la experiencia de Cao Zhi, nuestras neuronas espejo se activan,

permitiéndonos "sentir" sus emociones como propias. Este proceso de

identificación emocional es fundamental para el desarrollo de habilidades

sociales y la construcción de relaciones interpersonales significativas.

Por otro lado, la descripción poética de la ninfa, con su belleza comparada a

elementos naturales como el sol, la luna y las nubes, estimula la imaginación del

espectador. La corteza visual y las áreas asociativas del cerebro trabajan en

conjunto para crear imágenes mentales vívidas, lo que no solo fortalece nuestra

capacidad creativa, sino que también mejora nuestra habilidad para resolver

problemas de manera innovadora.


La "Ninfa del Río Luo" de Gu Kaizhi trasciende su condición de obra de arte para

convertirse en un puente: entre el pasado y el presente, entre la emoción y la

razón, entre lo individual y lo universal. En cada pincelada, en cada verso

evocado, encontramos no solo la maestría de un artista legendario, sino también

un espejo en el que se reflejan nuestras propias búsquedas, anhelos y reflexiones

sobre la condición humana.


En última instancia, esta obra maestra nos recuerda que el arte, en su expresión

más elevada, no solo deleita nuestros sentidos, sino que también nutre nuestro

espíritu, desafía nuestro intelecto y expande nuestra capacidad de sentir y

comprender el mundo que nos rodea.




Prof. Lic. Beatriz Pizarro

 
 
 

Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page