LA ESCUCHA ACTIVA, PRÁCTICA CLAVE PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON NUESTROS ALUMNOS
- Dra. Ana Roa García
- 18 dic 2024
- 3 Min. de lectura
La escucha activa es efectiva, significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista de quien nos habla. Escuchar activamente a una persona es tratar de comprenderla sin juzgarla, es mostrarle de algún modo que hemos captado bien sus sentimientos. Implica comprender y dar sentido a lo que nos están diciendo. La escucha activa es una actitud de escucha en la que prestamos atención a lo que nos dice el otro y en la que el otro percibe esta atención por nuestra parte. A través de la escucha activa llegamos a captar todo el mensaje de nuestro interlocutor, incluidos sus sentimientos, ideas o pensamientos, nos centramos en lo que el otro siente, expresa…, le escuchamos con el interés de comprenderle.
EN EDUCACIÓN, ES FUNDAMENTAL FOMENTAR LA ESCUCHA ACTIVA.
En las primeras etapas de la infancia encontramos familias y profesores que practican la escucha activa y desarrollan buenos patrones de comunicación. De esta manera, sus niños se sienten valorados y comprendidos en todo momento. A medida que crecen y llegan a la etapa adolescente tenderán a comunicar sus sentimientos de forma más abierta, pues estarán familiarizados con la escucha activa y empática que han practicado durante toda la infancia.
La ESCUCHA ACTIVA es esencial para mantener una comunicación con nuestros alumnos o hijos sin sesgos, una comunicación abierta y de calidad entre profesores y alumnos o entre padres e hijos.
La escucha activa es esencial para construir relaciones fuertes como base de una buena comunicación fortaleciendo el vínculo emocional, es una manera saludable de buscar concordia entre los diversos puntos de vista de todos los miembros familiares o de la escuela y aclarar los pensamientos.
¿Cómo facilitar la escucha activa?
Mediante una adecuada disposición psicológica. Es importante prepararnos para escuchar a nuestro interlocutor, identificar el contenido de su mensaje, aquello que nos está transmitiendo mediante gestos además de sus palabras, ser capaz de conectar con sus sentimientos…
Expresar al otro que le estas escuchando mediante palabras, gestos… Asentir con la cabeza cuando estemos escuchando, sonreír utilizando nuestro lenguaje no verbal…
Mirar a los ojos cuando nos hablan, establecer contacto visual prestando atención a sus miradas o gestos…
Comentar y afirmar para que se dé cuenta de que lo escuchamos.
Mostrar empatía escuchando activamente sus emociones y ponte en su lugar. Es importante aceptar su deseo sin cambiarlo
Parafrasear. Permite verificar si estamos comprendiendo el mensaje pues decimos con las propias palabras lo que parece que el otro acabe de decirnos y confirmamos lo escuchado.
Resumir informando al otro de nuestro grado de comprensión del mensaje. Se pueden emplear expresiones como: lo que me estás diciendo es….., a ver si te he entendido bien….
Utilizar preferentemente las preguntas abiertas. Esta técnica consiste en interrogar a la persona para conseguir por su parte una respuesta que contiene cierto desarrollo. Por ejemplo: “¿Qué es lo que quieres decir con…?”
¿Qué debemos evitar en una escucha activa?
Las distracciones. La atención es variable, al comienzo de la escucha mantenemos la atención en un punto alto, después poco a disminuye a medida que el mensaje continúa y al final del mensaje vuelve a ascender el nivel de atención.
Las interrupciones y las contrargumentaciones. No se trata de contar nuestra opinión ni nuestra historia, es nuestro interlocutor, en este caso nuestro alumno o hijo, quien necesita hablarnos, no podemos interrumpirlo continuamente.
Los juicios de valor. Los juicios son responsables de la ausencia de comunicación entre profesores y alumnos o entre padres e hijos.
El rechazo a los sentimientos del otro diciendo “no te preocupes, eso no es nada”…
El “síndrome del experto” que ya tiene la solución al problema antes de que el niño lo haya contado… Dar consejos no es recomendable salvo que el niño los pida.
Pautas para desarrollar una buena actitud de escucha activa con nuestros hijos
La escucha activa es posible y es una habilidad que debemos poner en práctica como profesores o padres. Os dejamos unos sencillos consejos para conseguirlo.
Aproxímate al niño cuando está hablando, ponte a su altura y mírale a los ojos.
Guarda silencio para favorecer la concentración y la calma, y no interrumpas su discurso, asiente con la cabeza y repite lo que dice para asegurarte de que estás entendiendo lo que te está explicando.
Céntrate en lo que está diciendo el niño en lugar de pensar en tu propio discurso.
Muestra empatía con pequeños comentarios.
Toma conciencia de tu lenguaje corporal y el del niño, es importante para la apertura en la comunicación.
Presta al niño toda tu atención. Cualquier distracción está fuera de lugar en este momento porque estamos practicando la atención plena. Podemos fijarnos en el lenguaje corporal, dice más que las palabras.
Ana Roa, pedagoga y psicopedagoga

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